Las enfermedades anales, como las hemorroides, fisuras, fístulas y el dolor anal, son motivo frecuente de consulta en proctología. Sin embargo, existen muchos mitos que pueden generar confusión y retrasar el diagnóstico o el tratamiento adecuado. A continuación, desmentimos las creencias más comunes y aclaramos la realidad médica.
Mito 1: “Las hemorroides solo aparecen en personas mayores”
Realidad: Las hemorroides pueden afectar a personas de cualquier edad, género o condición social. Factores como el estreñimiento, el embarazo, el sobrepeso y permanecer mucho tiempo sentado en el vater, aumentan el riesgo, sin importar la edad.
Mito 2: “El sexo anal causa hemorroides”
Realidad: No existe evidencia científica que relacione directamente el sexo anal con la aparición de hemorroides. Las hemorroides se originan principalmente por presión excesiva al evacuar, diarrea, estreñimiento, embarazo o una dieta baja en fibra. El sexo anal, si se realiza sin lubricación adecuada, puede irritar la zona, pero no es la causa principal de las hemorroides.
Mito 3: “Las hemorroides pueden convertirse en cáncer”
Realidad: Las hemorroides no son una enfermedad cancerosa ni evolucionan a cáncer anal o colorrectal. Sin embargo, algunos síntomas como el sangrado pueden ser similares, por lo que siempre es recomendable consultar a un proctólogo para descartar otras patologías.
Mito 4: “El dolor anal siempre es causado por hemorroides”
Realidad: Existen muchas causas de dolor anal, incluyendo fisuras, abscesos, infecciones y enfermedades del suelo pélvico. Por eso, es fundamental una evaluación médica especializada para identificar el origen del dolor y recibir el tratamiento adecuado.
Mito 5: “Las hemorroides son contagiosas”
Realidad: Las hemorroides no se transmiten de persona a persona. Son una afección local relacionada con la circulación venosa en la zona anal y factores de riesgo individuales.
Mito 6: “Comer picante causa enfermedades anales”
Realidad: Los alimentos picantes pueden irritar hemorroides o fisuras preexistentes, pero no son la causa directa de estas enfermedades. La clave está en mantener una dieta equilibrada y rica en fibra para prevenir el estreñimiento.
Mito 7: “Si hay sangre en las heces, siempre es grave”
Realidad: El sangrado anal suele deberse a problemas benignos como hemorroides o fisuras, pero siempre debe ser evaluado por un especialista en proctología para descartar patologías más serias como el cáncer colorrectal.
Recomendaciones
Ante cualquier síntoma anal, como sangrado, dolor, picazón o bultos, es fundamental consultar con un proctólogo experto. Las enfermedades anales tienen tratamiento y, en la mayoría de los casos, se resuelven con cambios en el estilo de vida, dieta rica en fibra y procedimientos mínimamente invasivos. Evita automedicarte y no te dejes llevar por mitos: la información confiable y la atención profesional son clave para tu salud anal y rectal.